Muchas grasas y azúcares durante los primeros años de vida podría afectar al coeficiente intelectual de los niños
Según un estudio publicado por el semanario científico British Medical Journal y llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Bristol (Reino Unido) una dieta alta en grasas y azúcares durante los primeros años de vida podría afectar al desarrollo del coeficiente intelectual de los niños.
Las conclusiones se basan en el estudio ALSPAC, que se realizó con 14.000 niños nacidos entre 1991 y 1992 y que pretendía hacer un seguimiento a largo plazo de la salud de los participantes. Para ello los padres completaron cuestionarios detallados sobre el tipo de comida y bebida que sus hijos consumían a los 3, 4, 7 y 8 años y medio.
Cada equis tiempo se sometía a los niños al test de inteligencia Wechsler, que reveló que aquellos cuya dieta era poco sana presentaban un coeficiente intelectual menor que los que comían bien.
Como conclusión se extrae que los patrones de alimentación entre los 4 y los 7 años no tuvieron impacto en el nivel de inteligencia de los niños, pero sí su tipo de dieta entre los cero y los tres años. Los especialistas piensan que estos estudios sugieren que “los efectos cognitivos relacionados con los hábitos alimenticios en los primeros años de vida podrían persistir aunque se cambiara la dieta“.
Sin embargo, los expertos recomiendan efectuar nuevas investigaciones para conocer mejor el efecto sobre la inteligencia que puede tener el tipo de dieta a una temprana edad.