Los problemas cardiacos de los atletas jovenes
Que un joven sufra un paro cardiaco, es decir que el corazón deje de latirle repentinamente, es algo inusual, especialmente si éste práctica deporte. Pero cuando sucede la noticia llega a los encabezados de todos los periódicos.
El debate que se plantea es sobre si se deben realizar electrocardiogramas de forma rutinaria a los jóvenes atletas antes de que se dediquen a un deporte, para intentar detectar a aquellos que podrían sufrir enfermedades cardiacas antes de que los ejercicios intensos desaten el problema.
Al no existir estudios sobre ellos, no se sabe como de comunes son los paros cardiacos entre los jóvenes deportistas. No hay una cuenta oficial, pero las estimaciones van de unas 66 muertes al año a más de 100 entre los atletas menores de 40 años.
Los investigadores de la Universidad de Washington revisaron a atletas de la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA), centrándose en una base de datos de la asociación sobre muertes de atletas, noticias publicadas y registros de aseguradoras.
Aunque no se pudo definir la causa exacta de las muertes, descubrieron 45 muertes relacionadas con enfermedades cardiacas durante cinco años entre los estudiantes atletas de elite, un promedio de nueve al año.
Según comenta la doctora Kimberly Harmon, especialista en medicina del deporte de la Universidad de Washington, el riesgo equivale a una muerte entre aproximadamente cada 44.000 atletas de la NCAA. Además resalta que el riesgo parece ser mayor entre los jugadores de baloncesto seguidos por los nadadores.
Harmon pretende que tanto en el instituto como en la universidad se realicen electrocardiogramas a los estudiantes que practiquen algún deporte, para intentar identificar quiénes son los chicos más susceptibles de que les pase un paro cardiaco. Su compañero, Jonathan Drezner, coautor del estudio y profesor asociado de la Universidad de Washington, apoya esta moción, ya que “se supone que estos jóvenes atletas no deberían morir haciendo lo que les encanta”.
Las diferentes asociaciones no se ponen de acuerdo ante este tema. La Asociación Estadounidense de Cardiología recomienda efectuar un examen físico exhaustivo, así como un historial médico familiar y personal detallado para cada deportista, pero no pide un electrocardiograma automático. La idea es hallar signos de alerta, como desmayos, un soplo cardiaco o si algún familiar murió joven por algún problema del corazón, lo que podría llevar al médico a realizar otras pruebas.
En cambio, tanto el Comité Olímpico Internacional como la Sociedad Europea de Cardiología, recomiendan que se agreguen electrocardiogramas (los cuales miden la actividad eléctrica del corazón) a las revisiones antes de que los jóvenes atletas se dediquen a una especialidad deportiva.
El problema es que los electrocardiogramas no pueden detectar todos los problemas que pueden llevar a esas muertes.