La obesidad, ¿una herencia?
Un consorcio internacional de investigadores ha identificado 18 nuevas zonas del genoma en donde existen genes asociados a la masa corporal, es decir, que contienen alguna característica genética que aumenta el riesgo de que una persona padezca obesidad.
Este dato forma parte de la macroinvestigación realizada con la participación de casi 250.000 personas. Los investigadores realizaron 48 estudios internacionales en el marco de la iniciativa GIANT.
En cada persona involucrada en la investigación se estudiaron más de 2.8 millones de características genéticas identificando 32 zonas del genoma (18 de ellas nuevas) que contienen genes asociados con el Índice de Masa Corporal (IMC). En cada una de estas zonas existe una característica genética que eleva el riesgo de que una persona presente obesidad.
Cada persona puede heredar esta característica de su padre y/o de su madre, por lo que puede presentarla cero veces (sus progenitores no lo han trasmitido), una vez (heredada de su padre o madre) o dos veces (heredada de cada progenitor).
En el estudio se ha calculado que cada una de estas características se asocia con un aumento del peso de unos 435-551 gramos en una persona de 1.70 metros de altura.
No obstante, estas 32 variantes solamente explican un 1.5% de las diferencias que existen entre personas en el índice de masa corporal; todavía existen otras 180 zonas en donde hay características comunes (presentes en más del 5% de la población) que están por descubrir.
Según los datos, se cree que entre el 10 y el 12% de la población infantil, y entre el 15-20 % de los adultos sufren obesidad, y que los factores genéticos explican entre el 40 y el 60% de las diferencias en el índice de masa corporal.