Genes responsables de los cuerpos con forma de pera o manzana

genoma2Un equipo internacional formado por más de 400 científicos de 280 instituciones investigadoras de todo el mundo ha identificado 30 nuevas variantes genéticas relacionadas con la obesidad y la distribución de la grasa por el cuerpo humano.
En el primero de los estudios, publicados en la revista ‘Nature Genetics’, los investigadores identificaron 13 nuevas regiones genéticas en las que las variaciones en la secuencia del ADN pueden estar relacionadas con si una persona tiene rasgos corporales de pera o de manzana, con un efecto “marcadamente más fuerte” en las mujeres que en los varones, según el equipo.
Estudios previos ya habían demostrado que el lugar en el que se almacena la grasa en el cuerpo puede afectar a la salud. Por ejemplo, tener más grasa alrededor de la cintura, está ligado a un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 y fallos cardiacos, mientras que acumular más grasa en el trasero y en los muslos ofrecería ofrece menos predisposición a la diabetes y la hipertensión.


La posibilidad de alterar los patrones de distribución de la grasa podría proporcionar una alternativa para futuros tratamientos farmacológicos, según explica la investigadora participante en el proyecto Cecilia Lindgren, de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Por su parte, el segundo estudio buscó genes relacionados directamente con el índice de masa corporal (IMC), una medición del peso en relación con la altura usada para especificar si los adultos son obesos o tienen sobrepeso. Al analizar a más de 250.000 personas que participaron en el estudio, los expertos hallaron 18 nuevas regiones genéticas asociadas con el IMC.
Con ello, los científicos comprobaron que algunos de los nuevos hallazgos sugieren una participación activa de los genes en las zonas cerebrales que influyen en el apetito, mientras otros indican que los genes están involucrados en el control de la insulina y las funciones metabólicas.
Estos dos estudios podrían conducir a enfoques más personalizados en la prevención de la obesidad y al desarrollo de nuevos medicamentos.

De todas maneras, los expertos han querido resaltar que, si bien los genes juegan un papel “crucial” en el desarrollo de la obesidad, “sólo representan una parte” de los motivos por los cuales una persona es obesa, siendo los principales factores la mala alimentación y la falta de ejercicio.