¿Por qué las personas no engordan igual comiendo lo mismo?
Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (EE.UU.) ha investigado por qué 2 personas que comparten la misma dieta occidental alta en grasas y calorías, una se vuelva obesa y diabética mientras otra se mantiene sana, llegando a la conclusión de que la clave está en ciertas diferencias en el funcionamiento cerebral que se definen antes de nacer.
Tamas Horvath y su equipo, experimentaron con ratones, observando que la causa reside en los centros de alimentación de una zona del cerebro llamada hipotálamo. En los individuos que tienden a la obesidad, las señales neuronales que indican al cerebro que se ha comido suficiente es mucho más lenta, al ser inhibida por otras células.
En los animales resistentes a la obesidad, las neuronas de la saciedad son muchos más activas y actúan más rápido.
Horvath comenta en el último número de la revista Proceedings of the National Academy (PNAS), que “parece que el cableado del cerebro es determinante en la vulnerabilidad para desarrollar obesidad”. Los resultados explicarían también por qué la voluntad personal no determina la obesidad, sino que “quienes son vulnerables a la obesidad también desarrollan una inflamación del cerebro, lo que puede justificar por qué tienen más dificultades para perder peso”.
El siguiente paso que realizará el equipo será analizar qué factores determinan que se consolide uno u otro funcionamiento cerebral durante el desarrollo embrionario, comprobando si, además de la genética, también pueden entrar en juego factores ambientales.