Una forma de anemia genética ofrece una nueva vía para el tratamiento de tumores
Un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Plos One‘ por David S. Terman, dice que la mutación genética que causa la anemia de células falciformes también convierte las células rojas de la sangre en asesinos tumorales, pudiendo ser una nueva forma de tratar algunos tipos de cáncer que son resistentes a los tratamientos existentes.
Esta mutación cambia la forma de las células rojas, haciéndolas menos eficientes en el transporte de oxígeno. Cuando hay poco oxígeno disponible (hipoxia), las células se juntan y bloquean los vasos sanguíneos, rompiendo y dañando el vaso sanguíneo y las células circundantes, algo traumático para los que sufren la enfermedad pero un fenómeno interesante para otros tumores.
La hipoxia también está presente en muchos tumores sólidos siendo causa de que la quimioterapia y la radioterapia no funciones, por lo que los investigadores combinaron las células falciformes en la sangre con una molécula que puede liberar grandes cantidades de oxígeno, inyectando las células en ratones con tumores gravemente hipóxicos.
Las células falciformes, a diferencia de los glóbulos rojos normales, se pegan a los vasos sanguíneos del tumor donde se agrupan, cortando el suministro de sangre, y por ello oxígeno a los tumores. Una vez agrupadas dentro del tumor, la ruptura de las células falciformes liberan residuos tóxicos que llevan al tumor a la muerte celular, según los investigadores del estudio.