Genes y mascotas

Los genetistas se han fijado en los genes de los perros porque debido a los numerosos cruces entre ejemplares consanguíneos, registran muchos casos de ciertas dolencias que en los humanos son raras, lo cual hace más fácil estudiarlas, dando información valiosa sobre estas enfermedades.

genes y mascotasY como no solo se cruzan perros, también otros animales de compañía como gatos y periquitos.

Armand Sánchez, catedrático de Genética en la facultad de Veterinaria de Córdoba, comenta que “un ejemplo es el perro Shar Pei, con su característica piel llena de pliegues”. “En el 2008 descubrimos que ese aspecto se debe a una mutación en uno de los tres genes implicados en la producción del ácido hialurónico, la sustancia encargada de la separación entre las células de la piel”, dice.

El componente se usa en las cremas antiarrugas para alisar la piel, pero al ser tan abundante en el Shar Pei le produce esa especie de exceso de piel. El estudio se realizó porque un dermatólogo estaba interesado en ver si los problemas de piel de esa raza de perro podían enseñarle algo sobre los de los humanos.

Pero además los Shar Pei son víctimas de fiebres atípicas, con rápidas subidas y bajadas de temperatura, algo que a veces ocurre en los humanos. Sánchez está estudiando la posibilidad de que esas fiebres, tanto en el animal como en algunos humanos, sean una reacción al exceso de ácido hialurónico.

AVyA es una empresa especializada en la genética de mascotas nacida en el seno del grupo de investigación de CAGT, que ofrecen diagnóstico de enfermedades, detección de infecciones y test de paternidad de perros, entre otros servicios.

Los labradores y los golden retriever padecen de displasia de cadera, una forma congénita de la misma dolencia que ha afectado al rey últimamente. Gracias a los análisis genéticos de AVyA se puede detectar la propensión de esa enfermedad en un cachorro, y prevenirlo con dieta y ejercicio.

También se usan los análisis genéticos para detectar la enfermedad policística real, que afecta a los riñones de los gatos persas, evitándose así que se la pasen a su descendencia.